¿Cómo los criamos?

Después de tantos años, nuestros caballos nacen con una mente clara y una confianza natural con las personas. Mediante la técnica de imprinting les acostumbramos a la vida cotidiana. Para ello, los primeros meses de vida los llevamos de ronzal, les acostumbramos a la esquiladora, al herrador, etc, enseñándoles pautas de comportamiento que en el futuro facilitan su trato y manejo.
Además, corren sueltos por la finca, por lo que tiene contacto con variedad de cosas y situaciones, convirtiéndose en caballos felices, confiados y sensibles. Una vez destetados los llevamos al campo, donde tienen terreno para correr y jugar.